La Fiscalía en delitos de corrupción debe tener indicios razonables como para ordenar la detención del poderoso exgerente general de Gore; luego reasignado en otro cargo importante en el PECHP, aunque no reunía los requisitos para el cargo. Igual, el exgerente tendrá sus motivos (¿culpabilidad?) para pasar a la situación legal de “no habido”.
En este caso hay dos preguntas que los piuranos hacen: ¿Por qué el gobernador Servando García le dio tanto poder a este funcionario, tanto que después del escándalo de las cartas fianzas falsas, lo premió con otro cargo importante, incluso sin reunir requisitos? ¿Serán las cartas fianzas falsas solo un eslabón de una cadena más grande de irregularidades en el GORE?
La primera interrogante deberá responderla el gobernador, pero dudamos, pues siempre rehúye a esclarecer su dócil relación con el partido de César Acuña y la invasión de trujillanos en el Gore. Sobre lo segundo, será la Fiscalía y la Policía las encargadas de esclarecer estas graves denuncias de corrupción al interior de esta institución, y si hubiera otros ‘peces gordos’ involucrados. Los piuranos tienen derecho a saber qué hacen con sus obras y su dinero.