Las bandas delincuenciales extranjeras que asolan al país ahora no solo roban, extorsionan o se dedican a la trata de personas, sino que están detrás del ‘control de territorios’ dentro de las ciudades donde se instalan, tal y como lo hacían los Maras en El Salvador.
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Según el ex ministro del Interior, Rubén Vargas, las organizaciones criminales que se desprenden del Tren de Aragua están dando muestras suficientes de que son mejor organizadas y con ambición de desplazar (o enrolar) a las bandas peruanas dedicadas a la trata de personas, extorsión y tráfico de drogas, tres de los rubros delictivos que más rentables son para estos delincuentes.
Para el exministro, el Perú sufre una de las mayores crisis de inseguridad en su historia como nación y prueba de ello es que el Gobierno no logra controlar al crimen organizado, pese al estado de emergencia que ha decretado, pues para ello se requiere, adicionalmente, de un plan integral que involucre al Ministerio Público, Poder Judicial, PNP y, por supuesto, financiamiento. Sin ello, las organizaciones criminales seguirán conquistando territorio. En Piura, el casco urbano, mercados y parques pasaron a ser zona roja.
