Uno de los sectores más golpeados por el endemoniado coronavirus en casi todo el mundo ha sido el turismo.
Nadie en su sano juicio, después de la psicosis que recorre el orbe a causa de este mal, quiere viajar a algún continente, país o ciudad. ¡Ni gratis!
La consecuencia inmediata es una preocupante contracción de la industria sin chimenea… Perú no se salva de las consecuencias.
Según las cifras del BCRP y Adex, hasta la fecha más de 12 mil turistas han cancelado su visita al Perú, en especial a destinos turísticos como Cusco, Puno y las playas del norte.
Se calcula que las perdidas debido a ello son de más de 30 millones de dólares con intenciones de seguir creciento.
Igual ocurre con nuestras exportaciones, solo en harina de pescado, la exportación a China se ha reducido en -38,6% y minerales en -10,7%.
El dólar se disparó y el precio de las medicinas amenaza con incre-mentarse.
El coronavirus no solo ha puesto en jaque la salud de los peruanos sino también a su economía y el trabajo de muchas personas que se dedican a los servicios turísticos.
¿Cuánto durará?… mientras no aparezca una vacuna, la psicosis podría mantenerse por el resto del año.