Han pasado casi seis semanas desde que se inició la fase 4 de la reactivación económica, el 1 de octubre, y la temida “segunda ola” de la pandemia en el Perú aún no se está manifestando y quizá no haya. La primera ola, que ha sido demasiado grande, no desciende del todo y se mantiene, frenando así el decrecimiento de las cifras de contagiados y fallecidos.
Desde que comenzaron a ‘mejorar’ las cifras de fallecidos por día, a mediados de agosto, hasta finales de septiembre, la cantidad de fallecidos por día disminuyó a un ritmo de 3 menos cada día. El mes siguiente, octubre, con el inicio de la fase 4 de la reactivación económica, continúa descendiendo la cantidad de personas muertas por día; pero, a un ritmo mucho menor: casi 2 fallecidos menos cada tres días. Durante la primera semana de noviembre, el descenso de la cantidad de fallecidos ha sido tan solo de uno menos durante toda la semana. Sigue el descenso; pero, cada vez más lentamente.
Respecto a los contagios, la mejor forma de ver su evolución en el tiempo es observando el porcentaje de positivos en las pruebas moleculares que se hacen cada día. Desde principios de agosto hasta fines de septiembre, el porcentaje de positivos en este tipo de pruebas, que se aplicaron cada día, bajó del 32% al 10%. Durante octubre, este porcentaje disminuyó del 10% al 5%, y en la primera semana de noviembre se mantuvo en este 5% de positivos. Sigue el descenso; pero cada vez más lentamente.
En las cantidades de camas ocupadas en los hospitales, el descenso ha tenido un comportamiento similar. Desde mediados de agosto hasta mediados de octubre, la ocupación de camas en los hospitales bajó a un ritmo de 130,8 camas menos cada día. Y desde mediados de octubre hasta la primera semana de noviembre siguió bajando; pero, a un ritmo de 48 camas menos cada día. Otra vez: sigue el descenso; pero cada vez más lentamente.
Respecto a las camas UCI, desde mediados de agosto hasta mediados de octubre, la ocupación de camas en los hospitales bajó a un ritmo de 6.7 camas UCI menos por día. Y desde mediados de octubre hasta la primera semana de noviembre se bajó a un ritmo de 5.4 camas UCI menos cada día. Igualmente, sigue el descenso; pero cada vez más lentamente.
Estos resultados demuestran que, por el momento, no hay segunda ola, y que más bien la primera ola se resiste a desaparecer, precisamente, por efecto de la fase 4 de la reactivación económica. Si se siguen cumpliendo las normas de bioseguridad al nivel actual, no tendremos segunda ola. De nosotros depende.