El Bicentenario nos agarró en medio de un gobierno que no sabe ni puede cargar con el muerto, crisis a todo nivel, pero sobre todo moral, etc.; ambiente para nada celebrativo. Por lo menos ahorramos en obras faraónicas, buffets & catering, viáticos para invitados “importantes” y otras frivolidades.
Bicentenario que se erige en medio de esto como un nuevo grito libertario (GL) por verdaderas libertades y verdaderas independencias; grito acumulado de doscientos años de atraso, de pasividad piurana, incivilidad, malos alcaldes y pésimos gobernadores, convenidos y fracasados congresistas, truhanes de toda laya que se adueñaron de la patria y de la plata; grito de todas las sangres, de todos “los suyos” y también de los míos… ¡Somos libres, seámoslo siempre y para siempre!
GL porque dice la presidenta del Congreso que seremos responsables de no elegir a los malos candidatos: ¡Falso! Tenemos una famélica democracia, un pueblo siempre usado por delincuentes cuya candidatura debieron bloquear en el Congreso, pero no lo hicieron porque bancadas y partidos negociaron; otorongo no come otorongo; nuestro pueblo no está bien formado y además pésimamente informado por esa prensa tan aceitada como la candidata naranjera y cocktelera.
GL que dice: la derecha no gobierna más que para sus intereses, rentas, vacaciones y beneficios; derecha que capturó al Perú y secuestró la mente de políticos y partidos y que ha venido poniendo o sacando gobernantes según sus caprichos y afanes desmedidos de lucro.
GL que nos advierte que la izquierda nunca supo gobernar; rojos, rosados, morados, y camuflados, enamorados de quimeras que en ningún lugar del mundo dieron buenos resultados; ideologías que muchos de ellos ni conocen ni entienden; rebaño de seguidores y repetidores de slogans trasnochados.
Grito libertario que nos dice: cuidado con los centristas, gente sin bandera y sin principios, comodones históricos y tránsfugas, peligrosos, desleales, calculadores, neutros e indefinidos.
GL que nos recuerda: cuidado con los aventureros que se niegan al debate alturado y que basan su autoridad política porque son famosos del fútbol o del deporte, a éstos hay que decirles que el Perú no es una pichanga ni sólo echar los perros a los ambulantes. Grito libertario: ¡Voto informado!