Esperábamos algo más concreto del premier Vicente Zeballos, pero se optó por una salida más política: la promesa. El primer ministro se “comprometió” a “agilizar” la compra de todo lo que Piura necesita con urgencia. Lo que nos queda claro es que el Gobierno parece tener poca idea de lo que se debe hacer y por eso se recurre a la vieja confiable nacional: “Mañana (o pasado mañana) sí”.
Las demandas de Piura no son ficciones ni un psicosocial armado por inteligencias norteñas para desestabilizar al Gobierno haciendolo ver como incapaz. Aquí, en la tierra del gigante Miguel Grau, el lírico Carlos Augusto Salaverry y del político Hildebrando Castro Pozo, además de otros prohombres, la gente está muriendo esperando una cama de hospital y aguardando a que llegue el oxígeno que este Gobierno Regional ha sido incapaz de gestionar por voluntad propia. En esta tierra de calor eterno y riquezas inacabables, hay más de 7 mil pacientes de coronavirus. ¿No son sus vidas lo suficientemente importantes como para el Gobierno, en vez de traer la palabra, hubiera traído los hechos? ¿Acaso el Ejecutivo, que dedicó tantos mediodías a criticar la conducta de algunos piuranos, no conoce nuestra realidad?
Las demandas se acumulan en el norte y en todo el país, por lo que es necesario crear una eficiente red de atención a todas ellas. Lo peor que podríamos hacer como país, como república, es quedarnos de brazos cruzados y esperar que la pandemia -o “bicho”, como le dicen los indolentes- se apague sola. En efecto, el COVID-19 formará parte de la larga lista de enfermedades o virus con los que conviviremos, pero la solución no es dejarse matar con la esperanza de la inmunización: el deber de la nación, personificada en el Gobierno que lidera (?) Martín Vizcarra, es luchar por garantizar los Pderechos constitucionales a la vida, la salud, el bienñestar y la felicidad. ¿Puede garantizarse esto sobre los huesos de miles de compatriotas? De ninguna manera: salud (oxígeno, camas, médicos), comida y trabajo es lo que Piura y el Perú necesitan sí o sí.