Viene a mi memoria aquel 29 de febrero de 1964. Siendo las 10 de la mañana, en el interior del Mercado Central de Lima explota una cocina y se origina uno de los incendios más pavorosos, desapareciendo el fuego 900 negocios y ocasionando pérdidas por más de 80 millones de soles. El 29 de diciembre de 2001, en la cuadra 7 del Jr. Cuzco, en Mesa Redonda (Lima), se ocasiona un voraz incendio que provoca la pérdida de 300 vidas. Esta realidad nos confronta con lo que acaba de suceder en el mercado Central o Modelo de Piura. El 11 de marzo de 2021, en la madrugada se origina un incendio del que hasta hoy no se esclarece cuáles fueron las causas que lo originaron. Ciento veinte comerciantes han perdido, aproximadamente, la suma de trece millones de soles.
¿Eran conscientes estos comerciantes del peligro que implicaba su manera de trabajar?
¿Cuál es el análisis que tienen las universidades que están presentes en Piura? ¿Sus profesionales de las ciencias administrativas se han preguntado si estos pequeños empresarios han sido capacitados para desarrollar su emprendimiento, teniendo en cuenta como valores el enfoque en el servicio, la pasión por la excelencia, la orientación a los resultados, el trabajo en equipo, el respeto, la honestidad y las ganas permanente de innovarse?
Reflexionemos y tratemos de dar respuestas sobre la situación en la que se encuentran los mercados de las provincias de la región Piura, como es el caso de Chulucanas, Sullana, Talara, etc. Discúlpenme, pero ¿dónde están las autoridades, los profesionales y los empresarios del comercio?
Estos cuestionamientos, como preguntas de una investigación científica, nos conducen hipotéticamente a: si no nos innovamos, cambiamos, nos atrevemos, nos despojamos del conformismo y la abulia, pues vamos a continuar fracasando y moriremos contemplando desde nuestro iluso balcón cómo la inversión foránea se apropia de Piura. Y nosotros, envidiosos, resentidos e incapaces los condenamos.
Que este triste acontecimiento sirva como impulsor para invertir en un Gran y Moderno Mercado. Allí están ustedes señores comerciantes atrévanse y demuestren que son capaces. ¡Y lo son ahora!