Aproximadamente diez días atrás, mientras caminaba por la cuadra tres de nuestra Avenida Grau, un poco antes del mediodía, se me acercó una guapa jovencita y me saludó cordialmente. Respondí con educación y entonces ella abrió su bolso, que era muy amplio, y me ofreció en venta un paquete de diez libros producidos por escritores piuranos. Me pareció muy interesante y dinámica la forma publicitaria de los textos, así que entregué ciento veinte soles y me fui con mis diez libros.
Ya en la paz domiciliaria pude revisarlos y creo que es conveniente mencionarlos: Caleidoscopio de crónicas y artículos (Alberto Alarcón), Poetas del algarrobo (antología poética por Víctor López García), El bosque de ceniza (Miguel Ángel Zapata), Cuentos Guayacundos (Dimas Arrieta Espinoza), Santísima trinidad (Róger Santiváñez), Niña Merluza y otros poemas (Libertad Orozco), A tiempo completo (Harold Alva), Alas de ángel (Marco Martos), Filosofía vulgar (Luis Eduardo García) y Piedra de Sacrificio (Cronwell Jara Jiménez).
Resulta gratificante la nueva colección de escritores piuranos porque ratifica la presencia de algunos nombres ya perfectamente instalados en la historia de la literatura piurana, como Alberto Alarcón, a cuya labor personal de productor estético se aunó su valiosa tarea de promotor de cultura piurana desde fines de la década de 1960; Róger Santiváñez, cuya obra poética es conocida en todo el mundo y merece un gran reconocimiento internacional expresado en el interés de estudiar su obra por universidades como Princeton University, Universidad Católica de Chile, Universidad de Lima y otras que harían muy larga esta lista; Marco Martos, actual Presidente de la Academia Peruana de la Lengua y con libros traducidos a varios idiomas, incluyendo el griego; Cronwell Jara Jiménez, narrador y poeta, autor de exquisitas obras que conmueven la conciencia de los lectores y que ha recibido el Premio Nacional de Literatura Peruana 2019. Junto a ellos otros nombres de creadores piuranos que están en proceso de consolidación de su obra, quienes presentan textos con diversos niveles de interés.
Esta colección trae a la memoria el famoso Festival del Libro Piurano, que se publicó en 1958, presentando siete títulos: Tierra embrujada (Francisco Vegas Seminario), La atrapadora (Miguel Justino Ramírez), De mi casona (Enrique López Albújar), Albores y destellos (Carlos Augusto Salaverry), Cuentos Piuranos (Rómulo León Saldívar), Poetas piuranos contemporáneos (antología de Federico Varillas) y Prosistas piuranos (selección de Rómulo León Zaldívar).
Con las fuentes antiguas y contemporáneas ya es posible pensar en una cátedra de Literatura Piurana, que recopile, ordene y comente críticamente la producción estética de poetas y narradores nacidos en la tierra piurana.