La “megaobra” de saneamiento que beneficiaría a 96 sectores de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre quedó en suspenso. Según la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuellar, se convocará a una nueva licitación para “salvaguardar” la extraordinaria inversión de 617 millones de soles, que es lo que hoy están en disputa.
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El monto, como es lógico, ha atraído a buenos y malos empresarios de la construcción. Aunque la ministra se muestra parca en explicar los motivos por el cual se está desechando a la empresa Consorcio Piura-Castilla, que inicialmente se había hecho de este proyecto, todo hace suponer que detrás de la convocatoria hay algo que no le cuadra a la ministra y que se arrastra de su antecesor en esa cartera.
Y no es la primera vez que ocurren estas contramarchas en obras de envergadura y todo por culpa de la ineficiencia de unos y las malas artes de los otros. En este caso, son más de 466 mil personas las que seguirán esperando por agua potable y alcantarillado eficiente. Sería bueno que la propia ministra explique con detalle cuáles son las irregularidades, pues la población merece saber, así como contar con un eficiente proyecto.
