Conforme avanza el tiempo y el conteo en los diversos estados, los resultados le siguen siendo favorables al candidato Joe Biden, quien prácticamente está “tocando a la puerta de la Casa Blanca”, al haber obtenido 264 votos de los 270 necesarios para ganar.

¿Qué cambiará para Perú si el aspirante demócrata consolida su victoria como nuevo presidente de EE.UU.? A decir de especialistas como el doctor en Historia del país norteamericano, Norberto Reto, teniendo en cuenta que Perú es para EE.UU. “una gota de agua en un mar de relaciones comerciales”, nuestro país no se verá afectado por ningún cambio significativo.

Estados Unidos es el segundo socio comercial del Perú después de China y eso no tiene por qué cambiar. Si en el gobierno de Donald Trump se ha mantenido el Tratado de Libre Comercio (TLC), que viene favoreciendo el incremento de las exportaciones de los bienes que más les conviene a ambos, menos se interrumpirá con una posible administración demócrata.

Uno de los posibles efectos es que el Perú podría tener un mayor acercamiento con Estados Unidos, considerando el tipo de política internacional que manejó Biden, cuando fue vicepresidente de Barack Obama.

Si gana Biden entrará a la Casa Blanca con una aspiración de tender aquellos puentes resquebrajados con Latinoamérica y el mundo. Lejos de renegociar los TLC, el demócrata tendría como política mantener un status quo, reforzar la predictibilidad y generar confianza en EE.UU.

Si el Perú quiere que esta confianza sea recíproca para fortalecer sus relaciones con Norteamérica, lo que menos le conviene es prolongar su clima de permanente zozobra e inestabilidad política y económica.

Lo lógico es que el país se prepare para aprovechar el mejor clima que se avizora en caso gane el demócrata, quien ha adelantado que impondrá en su país algunas medidas contra el capital excesivo, es decir contra las empresas grandes.

Para algunos internacionalistas, esto implicará que algún capital estadounidense va a buscar salir y podría llegar a la región, incluyendo Perú. La pregunta es si alguno de estos inversionistas norteamericanos o de cualquier otro país confiarán en un país sin muchas condiciones de predictibilidad debido a los constantes pedidos de vacancia presidencial y otros escándalos.