Hace poco escribí que “cualquier cojinova” podía ser presidente y lo sigo sosteniendo; en este contexto, debo decir que su elección ha sido un hipo saludable de la democracia o quizá un grito de la desesperación, una especie de bombero en este país en llamas; por eso le recuerdo lo siguiente a fin de que “pise tierrita”: cuidado, no se crea el pocito de Santa Rosa.

Antes que nada, no olvide que tanto usted como sus dos antecesores no fueron elegidos por el pueblo; es usted un presidente por accidente, y por ello no representa la voluntad del pueblo peruano. Además, el Congreso que lo eligió no representa a nadie más que a sus intereses. Lo eligieron porque no les quedaba otra.

Tampoco crea que ha sido elegido por la Generación Bicentenario: ella pidió que se vayan todos, usted incluido. Por favor, recuerde que su gobierno es de transición y, por tanto, pedimos a usted -y sobre todo a sus ministros- que sólo preparen para el 28 de julio del 2021 una transferencia ordenada y transparente; esté atento para que el Congreso no se meta con la Carta Magna que ni ellos mismos respetan. Tampoco tienen capacidad intelectual, jurídica o moral para modificarla. No es el manifiesto de los apetitos de sus partidos.

Apelamos a su formación y tenga cuidado, haga prioridades, evite el mesianismo, no haga de Papa Noel, escoja lo verdaderamente urgente y lo que esté a su alcance, usted sólo tiene ocho meses, enfóquese en que tengamos elecciones transparentes, lucha contra el COVID, término del año escolar y acceso a Internet, como ha prometido; lucha contra corrupción, trámite a las denuncias presentadas contra los políticos congresistas actuales; cuidado con demandas populares o de gremios.

Tenga cuidado con sus asesores; por su ideología, muchos de ellos no son afectos a la Policía. ¿Quién le susurró cambiar al comandante general de la PNP sin tocar a los golpistas y azuzadores del golpe? ¿Sabe que se está llevando de encuentro la trayectoria de 18 generales? Salvo que usted tenga pruebas fehacientes de que el culpable de las muertes es el general defenestrado, creo que su decisión ha sido algo precipitada. Algunos nos preguntamos sorprendidos: ¿Y el ministro del Interior? ¿Y el expremier? ¿Y Manuel Merino? ¿No tienen responsabilidad? ¿Aún siguen las investigaciones y ya cambió al jefe de la PNP? Algo huele mal, presidente, no nos robe la esperanza.