Aunque el verdadero objetivo del presidente Pedro Castillo es disolver el Congreso con los más perversos fines imaginables -como es librarse de las investigaciones por corrupción-, luego de la juramentación de la censurada e investigada Betssy Chávez, pretende proyectar la imagen de Gobierno democrático y “dialogante”.

Nada más falso si tenemos en cuenta que desde el 28 de julio del 2021 no ha hecho otra cosa que desestabilizar al país trayéndose abajo la meritocracia en las principales entidades del Estado y erosionando a más no poder la institucionalidad democrática. Como si no fuera suficiente con corromper nuestro precario sistema democrático, el último fin de semana se le dio por patear el tablero y hacer su propia interpretación de la negación de la confianza, con el único fin de fabricarse un motivo para avanzar en su objetivo de disolver el Parlamento.

Y, como es habitual, el siguiente acto de su “teatro” fue victimizarse aceptando la renuncia de su infaltable alfil Aníbal Torres, casi una víctima del “congreso golpista” para luego juramentar a una premier de guerra, cuyo efecto no solo es desafiar al adversario, a costa de más incertidumbre para el país, sino defender a capa y espada al siete veces investigado por corrupción.

No solo eso, “desagraviar” al alfil caído Aníbal Torres premiándolo con el cargo de asesor y luego como jefe del gabinete de Asesores de la PCM. De manera que ahora que la generosa premier que dio empleo a su novio y sus familiares, llama al diálogo; resulta fácil deducir que solo sigue el consejo de su mentor, el admirador de Hitler: atacar y luego pedir diálogo, autodenominarse Gobierno democrático y luego rechazar a los maestros que llevan desde el mes pasado en huelga de hambre; es más apoyar el traslado de portátiles a Palacio para que el maestro chotano se bañe en flashes y falsos aplausos ante un grupo de supuestos representantes de los trabajadores.

Es decir, lanzada la pedrada (una ilegal acta en que advierten que el Congreso ya agotó su primera bala de plata), la siguiente puesta en escena es actuar con ropaje demócrata pidiendo diálogo: Después del “no venimos a traer un proyecto para cerrar el Congreso” del señor Torres, ahora la nueva premier exhorta a dejar atrás los intentos de cierre y vacancia. Más hipocresía y mentiras.

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