Ayer, en el segundo día de restricciones cuyo objetivo es combatir el coronavirus, muchas personas igual salieron a las calles como si fuera un día feriado normal.
A pesar de la falta de movilidad algunos caminaban por las avenidas pese a la presencia militar y policial, pues ‘todos tenían algo importante qué hacer’. Algunos hasta intentaron abrir sus negocios de comidas.
Es lamentable, pero aún existe personas irresponsables y egoístas, que creen que las leyes son para los “otros” no para ellos que son bien ‘vivos’ e ‘inmortales’, pues están convencidos que el virus no los atacará.
Ciertos personajes hasta intentaban abrir terminales terrestres exigiendo derechos que han sido suspendidos por el DS.
Lo que no terminan de entender estos ciudadanos es que el desacato a la medida de emergencia no ayuda en nada a combatir el Covid-19, por el contrario, le facilita el contagio y por consiguiente podría hasta extenderse por más días el estado de emergencia. Igual, ponen en riesgo a su propia familia.
Quedarse en casa es la única forma posible de cortar el contagio como lo están haciendo en Europa y Asía.