En su última conferencia de prensa, el ministro de Economía, Alex Contreras, ha intentado despejar algunas dudas vertidas en los últimos días por exministros y especialistas, respecto a la situación económica del país; y aunque ha mencionado medidas interesantes, hay quienes insisten en que el Gobierno no está dándole el sentido de urgencia a la economía.

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Mientras los analistas consideran que la caída del PBI en dos trimestres consecutivos confirma que la economía peruana está en recesión, el titular del sector lo desmiente. No solo señala que “hay gente que vive obsesionada con el tema… y vienen diciendo que la economía se hunde”, sino que afirma que ocurre todo lo contrario.

Para el ministro, luego de una caída del PBI de 1 % en junio, en julio la economía retomó la senda del crecimiento y está saliendo de los shocks de alto impacto que le ha tocado afrontar como El Niño, el ciclón Yaku, la conflictividad social, la caída del sector pesca y la crisis de los fertilizantes.  

También ha anunciado que como parte del Plan con Punche y con el fin de impulsar la reactivación económica en forma descentralizada, se hará acompañamiento para el destrabe de proyectos mineros que representan una cartera de 11.156 millones de dólares. Gran parte de la ejecución de este plan está programada para el tercer y cuarto trimestre del año.

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Otra precisión sobre el mensaje ha sido la referida a la tan voceada planta petroquímica del sur, para producir fertilizantes. De acuerdo al titular del MEF, la ejecución de la misma será “inversión privada pura y dura”, remarcando que el modelo de inversión y dirección será totalmente distinta al que tiene actualmente la estatal Petroperú.

Sin embargo, no se debe perder de vista que se trata de un proyecto a largo plazo que en el mejor de los casos se estaría concluyendo en 2026. Por el momento, no impactará en la reactivación de la economía a la que efectivamente falta darle un sentido de urgencia.

Los precios de la canasta básica volvieron a subir en julio, pero la inflación tiende a estabilizarse, las alzas son cada vez menores. Urge que el Gobierno se compre el pleito, que se la juegue más por genera confianza y atraer la inversión privada, a la que se le sigue poniendo trabas. Por ejemplo, desde el Congreso “fabricando” feriados o desde los GORE con regulaciones desproporcionadas.