Tras las revelaciones del ex ministro de Economía, Kurt Burneo; y los exabruptos de un electo congresista fanfarrón y autoritario como Guillermo Bermejo (procesado por terrorismo), es de necios pensar que Pedro Castillo y su séquito de extremistas se han pasado al liberalismo democrático y cumplirán fielmente con su “nuevo” y moderado plan de gobierno.
Kurt Burneo ha sido claro al patear el tablero de PL; pues uno de los requisitos que exigió para colaborar con ellos fue que Pedro Castillo deslinde su vínculo y dependencia de Vladimir Cerrón. No lo hizo ni lo hará porque Cerrón es dueño de PL y ya se ve sentado en palacio de gobierno. Lo que preocupa, además, son las observaciones que Burneo ha hecho a ese nuevo plan.
Para él, algunas propuestas económicas de Castillo no son democráticas, pues para aprobarse necesitan del Congreso, pero no consideran la participación de esta institución ¿La desaparecerán? Preocupa, además, que insistan en las restricciones a las importaciones y la “revolución” agrícola, cuando es fácil predecir qué pasará con los precios en el mercado interno y los tratados de libre comercio. Están advertidos.