A los desvergonzados “Niños” y Sotos (que alentó una ley para él mismo), se suman ahora dos nuevos casos: las presuntas coimas del parlamentario Guillermo Bermejo y la escandalosa propuesta de otra norma, hecha por el parlamentario Paul Gutiérrez para modificar la ley de pensión alimentaria que lo beneficiaría a él.
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En el caso Bermejo son sus propios trabajadores -hoy colaboradores eficaces de la justicia (para no ir a prisión)-, quienes le han retirado la careta de “luchador social” para dejarlo como un vil “coimero” al haber orquestado una red de facilitadores de obras municipales y regionales por las cuales habría recibido 40 mil y 100 mil soles (hasta ahora).
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El otro escándalo lo protagoniza Paul Gutiérrez quien alienta la modificación de una ley de la que él mismo sería el principal beneficiario. Ambos casos están en la comisión de Ética (que no sanciona) la que determinará la responsabilidad de los parlamentarios. ¿Se volverá a aplicar la ley: “Otorongo no come otorongo”?