El tono de voz, la actitud y el contenido del mensaje del premier Walter Martos, parece, ayudó a apaciguar la agitación de los últimos días en el Congreso. Para muchos parlamentarios el discurso fue calificado de razonable, corto y sobre todo, sin el tono triunfalista y provocador de su predecesor, Pedro Cateriano.
Algo interesante de rescatar de esta primera presentación fue el compromiso y la voluntad de Martos para dedicar mayor esfuerzo y recursos a la lucha contra la pandemia y explicar el cómo se hará. Igual caló el llamado de unión a los peruanos “para que jamás nos digan que no fuimos capaces de unirnos y agotar hasta nuestro último aliento para apoyarlos”.
Lo inesperado fue el apoyo incondicional de Daniel Urresti de Podemos Perú y de los integrantes de la bancada de AP, antes dividida. El Frepap no se quedó atrás y se sumó a los elogios al premier que, todo hace suponer, empieza con el pie derecho. Lo malo es que ciertos legisladores no pierden la brújula política e insisten en tumbarse a la ministra de Economía y al ministro de Educación. Parece que la unión y la concordia terminaron tan pronto acabó la votación.