La demanda surge porque el consumo es rival: Si me vacuno ya no hay vacuna para otro y estoy dispuesto a pagar por conseguirla. La suma de demandas individuales es la demanda total.
La oferta surge porque la exclusión es posible: Los productores solo la entregan a quienes paguen por ella. La suma de las ofertas de las empresas es la oferta total.
Demanda total y oferta total dan lugar al mercado de vacunas, que pueden ser diferenciados según el laboratorio que las produzca, estableciendo precios diferentes.
En teoría económica, todo bien sujeto a demanda y oferta, es por definición un bien privado, aunque se reconoce que hay bienes como salud y educación, que, siendo estrictamente privados, es decir, sujetos a oferta y demanda, se consideran bienes meritorios que justifican el apoyo estatal por los beneficios que significan al bienestar social, lo que explica que, en la mayoría de países, la educación básica es ofrecida por el Estado en forma gratuita.
En teoría, los bienes públicos son aquellos que no son de consumo rival ni su exclusión es posible, como en el caso de administración de justicia o defensa nacional, en cuyo caso no hay demanda ni oferta y en consecuencia no es posible un mercado, por lo que su abastecimiento es resultado de un proceso político para elegir autoridades que cumplan con ofrecerlos con financiamiento tributario.
En la terminología común, se llama bienes públicos a todos los que están bajo la administración del Estado, aunque algunos sean estrictamente privados, como las vacunas. Esto los hace sujetos a leyes especiales para su adquisición y distribución.
Siendo la vacuna un bien de vida o muerte, su demanda total tiene que ser completamente abastecida, razón por la cual muchos gobiernos optan por la vacuna gratuita para toda la población. El problema está en que es urgente y necesario vacunar a la menor brevedad de tiempo a toda la población y al paso que avanzaría el gobierno no va a ser posible cumplir con eso, por lo que es indispensable pensar en la participación del sector privado.
