El escándalo de la “Vacunagate” se pone cada vez más candente, pues no solo se inmunizaron los funcionarios de alto rango del gobierno de Vizcarra y Sagasti. Con la publicación de la lista de vacunados resulta que hay empresarios, rectores, candidatos al Congreso, personal de cancillería y hasta sus choferes, sin contar que vacunaron a toda la parentela.
¿Este abuso de poder quedará solo como una burlona travesura? Por el momento no se ha establecido una falta penal, pero sí de ética, además de irresponsabilidad y carencia total de altruismo que es lo que se espera siempre de quienes ejercen el poder como funcionarios públicos, mucho más en una situación de pandemia donde se juega con la vida de miles de peruanos y de los médicos que la combaten.
Es bueno que haya salido a la luz este abuso, pero no debe quedar solo como un simple escándalo, sino que se debe establecer responsabilidades y sanciones. Pero es la ciudadanía la que debe condenar y no olvidar a estos personajes quienes aprovechándose de ese poder que les otorgamos para servir, traicionaron la confianza y se volvieron cómplices de la muerte de muchos peruanos.