Parece que el manejo y el ritmo como avanza la crisis económica, la inmovilidad dominical y las fuertes multas a los relajados pasarán factura a la popularidad de Martín Vizcarra.
Por lo pronto, el último sondeo de opinión de IEP registra un significativo descenso, porque más del 30% de peruanos cree que el gobierno enfrenta mal a la pandemia del Covid-19.
El mandatario llegó al 66% de aprobación en junio, sin embargo, en agosto descendió a 56% con clara intención a la baja por el recrudecimiento de la crisis sanitaria en el sur, mientras que en la zona norte es lo económico lo que genera malestar, acrecentándose el malestar por el retorno de la inmovilidad dominical y las multas a los ciudadanos que están muy preocupados por trabajar y sobrevivir.
Vizcarra, ciertamente, tiene muy difícil el remate final de su gobierno, porque la población de la calle ya no cree en sus anuncios y porque el desgaste político los ha llevado a pensar que nada de lo que haga el gobierno los sacará de la crisis, sobre todo, porque a pesar del sacrificio de las cuarentenas, el Perú es el segundo país en el mundo con mayor tasa de mortalidad por el coronavirus.