La pandemia del coronavirus ha demandado toda la atención del sistema de salud del país. Hoy, médicos, personal técnico y los centros de salud públicos y privados privilegian la atención de los pacientes de Covid-19.
Eso es bueno, pero: ¿qué hay de los miles de pacientes con enfermedades crónicas que también están muriendo por falta de atención en los hospitales? ¿Quién responde por ellos?
Hoy existen miles de enfermos oncológicos que es imposible que visiten un hospital por temor al contagio; hay otros miles de pacientes con males renales, diabetes o con operaciones programadas por males avanzados, que tampoco pueden acceder a una atención porque no hay médicos para ellos o porque simplemente los hospitales no dan garantía para salir vivos de allí debido a un posible contagio o porque todos están ocupados con el Covid-19.
Con esta crisis sanitaria, muchos de estos pacientes han muerto; lamentablemente no hay estadísticas para determinar el número de fallecidos colaterales al Covid-19, por ello urge que el Minsa privilegie también la atención de estos “otros” que aún tienen esperanza de ser atendidos con dignidad y seguridad.