Aunque los fanáticos de Pedro Castillo calienten las redes sociales afirmando que el Congreso se está vengando del mandatario al impedir que vaya a Colombia en representación del Perú, lo cierto es que con tanta investigación (cinco y otras en camino, por obras en su tierra; con un rosario de mentiras y un ambiente enrarecido por la impunidad y el cinismo, hasta los controversiales parlamentarios le han perdido toda confianza al mandatario.
El temor es que Castillo se fugue y pida asilo a su compadre de ideología, Gustavo Petro, pues las evidencias son cada vez más contundentes sobre actos de corrupción en el entorno presidencial; además, para ciertos congresistas, resulta irónico que un presidente con tantas denuncias e investigaciones por deshonestidad y presunta corrupción represente al Perú en un acto tan trascendente.
¿Castillo se quedará tranquilo con la decisión del Congreso? Es evidente que la posición del parlamento ha contribuido a echar más leña al fuego; pero mientras ambos poderes del Estado se pechan, Castillo guarda silencio sobre las acusaciones y contribuye a generar más dudas sobre su honestidad y capacidad de gobierno.