De acuerdo con información del Ministerio de Salud (MINSA), en los últimos años se ha triplicado el número de casos de cáncer de tiroides en el país, al pasar de un promedio de 4.7 a 15.2 casos por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, la tasa de mortalidad se ha mantenido, sobre todo debido al aumento del diagnóstico de dicha patología en todo el mundo.
El Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) indica que esta neoplasia es la tercera más común en mujeres en Perú, luego del cáncer de mama y de cuello uterino.
Voz ronquita
De acuerdo con Miluska Huachin, médico endocrinólogo, miembro de la Sociedad Peruana de Endocrinología y de la Sociedad Latinoamericana de Tiroides, la sospecha de cáncer de tiroides se inicia con la aparición de un nódulo tiroideo, usualmente sin generar dolor alguno, y que puede permanecer sin variación por mucho tiempo. En ocasiones puede crecer y ocasionar tos, ronquera u otros cambios en la voz, así como problemas para ingerir alimentos.
“Ante la presencia de estos indicadores, se recomienda visitar al médico endocrinólogo para que realice la evaluación correspondiente que incluye en palpar el cuello del paciente, realizar análisis de sangre y una ecografía tiroidea. De acuerdo con los hallazgos en la ecografía se determinará si es necesario la biopsia tiroidea para evaluar si es maligno o no”, agrega la Dra. Huachin.
Por otro lado, el especialista resalta que, en el 98% de los casos cuando el cáncer se detecta de forma temprana, al estar localizado sólo en la tiroides, el pronóstico de vida de los pacientes es favorable con una sobrevida de 5 años. En menor porcentaje tiene un curso agresivo, sobre todo aquellos que tienen un crecimiento rápido, en estos casos el pronóstico no es bueno.
Retirar la glándula
“Lamentablemente, en nuestro medio el diagnóstico puede tardar por varios factores como falta de información del paciente, deficiente acceso a los centros de salud, carencia de la infraestructura necesaria para la evaluación y la falta de especialistas en las regiones. Esto trae como consecuencia que el cáncer sea identificado en estadíos avanzados lo que reduce la sobrevida del paciente”, indica.
Para finalizar, la Dra. Huachin explica que, para tratar este tipo de cáncer, el primer paso consiste en remover la glándula tiroides de forma total o parcial. Posteriormente, el paciente deberá seguir una terapia con hormonas tiroideas para, de esta manera, suplir lo que el paciente ya no puede producir, además de reducir el riesgo de que el cáncer reaparezca.
Factores de riesgo para este cáncer:
- Sexo. En promedio, 3 de cada 4 personas diagnosticadas son mujeres.
- Edad. Se estima que dos tercios de todos los casos identificados se dan en individuos de 20 a 55 años.
- Antecedentes familiares. Para algunos tipos de cáncer de tiroides tener parientes directos (maternos o paternos) que tengan o hayan tenido la patología aumenta su riesgo.
- Niveles altos de radiación. Haberse expuesto a radiaciones moderadas o altas, principalmente en la zona de la cabeza y el cuello.
- Dieta baja en yodo. La falta de este elemento afecta el funcionamiento normal de la tiroides. En nuestro medio el consumo de Sal Yodada asegura el aporte diario necesario.
- Obesidad. Se ha demostrado que la obesidad está asociado a diversos tipos de cánceres.
Vía Andina