El Dr. Vicente Pascual, médico de familia en el Centro de Salud Palleter, junto con la Dra. Esther Nova, científica del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), presentaron en el 43 Congreso Nacional de SEMERGEN 2021 (Zaragoza, 29 de septiembre de 2021), las últimas evidencias científicas que unen dieta mediterránea, bebidas fermentadas, salud y microbiota.
Dieta Mediterránea
La Dieta Mediterránea es, según la UNESCO, uno de los elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ya que se trata de una valiosa herencia cultural además de una nutrición rica y saludable. Se puede considerar como un estilo de vida equilibrado que aporta propiedades beneficiosas para la salud.
El consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza, vino, cava y sidra) está aceptado dentro de las recomendaciones en la Pirámide de la Dieta Mediterránea y así lo ha incluido la Fundación Dieta Mediterránea. Este tipo de dieta no hace referencia a la alimentación de una zona geográfica en concreto, sino a un estilo de vida. Se trata de las relaciones sociales que se desarrollan alrededor de las comidas, su ritmo, la forma de preparación y consumo, las formas y horarios laborales, el uso del tiempo de ocio y la práctica de una vida activa. Es decir, toda una filosofía de vida que une cultura y patrones mediterráneos.
Beneficios de la cerveza
Durante su intervención, el Dr. Pascual ha señalado que “el consumo moderado de cerveza podría tener implicaciones saludables en el aporte de nutrientes de una dieta, y además esta bebida se incluye en la pirámide de alimentación saludable por su elaboración a través de la fermentación. La cerveza contiene vitaminas, polifenoles (antioxidantes), fibra, minerales e hidratos de carbono que podrían ser beneficiosos para la salud”.
El estudio ‘Consumo moderado de cerveza y sus efectos en la salud cardiovascular y metabólica: una revisión actualizada de la evidencia científica reciente’ realizado por el Dr. Pascual junto a otros expertos sugiere que el consumo moderado de una bebida fermentada como la cerveza se asocia con una reducción de la morbilidad y mortalidad cardiovascular, y en el caso de los hombres, también existe una disminución del riesgo de diabetes. Otros efectos beneficiosos en la salud tras la ingesta moderada de cerveza parecen relacionados con su riqueza en antioxidantes, y también se relaciona con una mejora en la densidad ósea y menor riesgo de fractura de cadera.
La Dra. Nova, por su parte, ha añadido que “es importante resaltar que una cantidad moderada de cerveza puede ser consumida dentro de un estilo de vida saludable, ya que este consumo podría conducir a una mayor cantidad de géneros bacterianos productores de ácido butírico y por tanto mejor salud intestinal y metabólica”.
Según el estudio ‘Asociación del consumo moderado de cerveza con la microbiota intestinal y ácidos grasos de cadena corta (AGCC) de adultos sanos” presentado por la doctora Nova, que además ha sido publicado recientemente en la revista científica Molecules, el consumo moderado de cerveza podría tener relación con el desarrollo de beneficios en la composición y funciones de la microbiota intestinal. Esto se debe al aprovechamiento de algunos componentes naturales de esta bebida fermentada elaborada a partir de cebada, lúpulo y agua.
Polifenoles de la cerveza
La evidencia científica concluye que la cebada y el lúpulo aportan polifenoles que favorecen diferentes funciones biológicas importantes en nuestro organismo, como funciones antibacterianas o funciones antioxidantes, entre otras.
Los efectos beneficios que este tipo de bebidas pueden provocar únicamente se observan cuando el consumo es moderado y responsable en adultos sanos que siguen una alimentación sana y equilibrada. En el caso de estar tomando medicamentos, si se va a conducir o en el caso de ser una mujer embarazada o en periodo de lactancia, el consumo de alcohol debe ser cero.
Según estudios, se considera como consumo moderado de alcohol en adultos sanos entre 10-12 g/día para las mujeres y 20-24g/día para los varones, o lo que también se corresponde a 200-300 ml de cerveza para ella y 400-600 ml para ellos.
Además, cabe recordar que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, las personas que vayan a conducir o estén tomando medicación contraindicada para el alcohol no deben consumir alcohol. En estos casos, si desean tomar una cerveza, deben optar por la sin alcohol.
Vía Diario de Navarra