Para las mujeres es una regla de oro tener al menos un par de zapatos de tacón.
Sin embargo, el riesgo de utilizar este tipo de zapatos todos los días ha sido advertido durante muchos años debido a los problemas que traen. Al parecer, para algunas mujeres, la estética triunfa sobre la salud, y solo decimos adiós a las alturas cuando el cuerpo se resiente.
Los zapatos con tacón alto generan que el pie sostenga el peso del cuerpo en un solo punto, lo que crea desequilibrio y una alteración biomecánica por el exceso de trabajo que hacen los músculos y huesos.
Una de las consecuencias es la aparición de los dedos martillo y callos debido a que la altura del zapato obliga a los dedos a forzar su posición presionándolos continuamente.
Lo mismo ocurre con los músculos de la pantorrilla. Su uso frecuente crea un mecanismo defectuoso y genera estrés innecesario en los tobillos, rodillas, pelvis y a través de toda la columna vertebral. Esto se debe a que el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, es similar a una cadena larga de equipamiento, cuyas funciones realizadas armónicamente dependen de las ejecutadas por otros equipos.
Datos
* Las mujeres tiene aproximadamente cuatro veces más problemas en los pies comparadas con los hombres.
* Según los traumatólogos, no se debería emplear tacones de más de 3 cm de alto.