Debido al estrés causado por el prolongado confinamiento por la pandemia del coronavirus, muchas personas han comenzado a sufrir trastornos digestivos.
El reflujo es uno de ellos, que se produce cuando el contenido gástrico –ya sea ácido o alcalino (bilis)– asciende por el esófago y lo irrita.
Sus síntomas más frecuentes son, por ejemplo, una sensación de ardor y dolor en el medio del pecho, acidez estomacal, regurgitación, vinagreras y dificultad para comer. Muchas veces puede provocar tos seca e interrupción del sueño; de hecho, esta última origina que el paciente viva malas experiencias en medio de la noche.
Para prevenir esta enfermedad se recomienda modificar los hábitos nutricionales, en especial a las personas que comen en demasía por las noches o también para los que se acuestan con el estómago lleno.
Se recomienda, además, evitar alimentos picantes o muy condimentados, así como limitar la ingesta de grasas. Los ejercicios después de las comidas están prohibidos para los que padecen de este trastorno.
El gastroenterólogo Roberto Piccini, de la clínica Ricardo Palma, aconseja fundamentalmente masticar bien los alimentos, así como degustar raciones moderadas.
Prevención
Es importante no pasar muchas horas en ayunas, usar ropa holgada, cenar ligero; de preferencia, dos horas antes de acostarse. Es necesario que el paciente controle su peso y que a la hora de dormir levante la almohada de la cabecera unos quince centímetros para evitar el reflujo.
Si los episodios de regurgitaciones son frecuentes, debe visitar a su médico. Con el tiempo puede ocasionar una estenosis o disminución de la luz del esófago por cicatrización y, en el peor de los escenarios, cáncer.
El retorno de los alimentos es muy molesto; por eso, lo mejor es la prevención. Para ello, evite el alcohol, tabaco, café, té, frutos secos, chocolate, menestras, ajo, cebolla, bebidas con gas, cítricos, grasas y frituras.
Procure asimismo hacer ejercicio con regularidad o alguna actividad que pueda relajarlo, como yoga o medicación para combatir el estrés y la ansiedad.
Tratamiento médico
En relación con el tratamiento, es muy probable que el médico le pida modificar algunos hábitos y le recomiende un medicamento de venta libre. En caso de no sentir alivio, deberá tomar otra clase de fármacos.
Por lo general este problema se supera tomando medicación; sin embargo, a veces resulta necesaria la cirugía. Por ello, es muy importante acudir a los controles periódicos con su gastroenterólogo, a fin de evitar complicaciones.
Antes de ir a la consulta, anote los síntomas que siente, si identifica algún factor desencadenante, escriba la lista de los medicamentos, vitaminas y suplementos que toma, haga una relación de las preguntas que desea realizarse a su especialista, de esta forma, podrá sacarle mayor provecho a su consulta.
Vía Andina