Cuidado. Especialistas alertan sobre los daños momentáneos o permanentes que puede ocasionar el uso de la pirotecnia en personas vulnerables.
Los niños vulnerables por su alta sensibilidad, ancianos y animales sufren gravemente las consecuencias de los estruendos que producen los fuegos artificiales en las festividades de Navidad y Año Nuevo.
El ruido de la pirotecnia ocasiona en esta población, especialmente si tienen alguna enfermedad, un nivel de estrés muy alto, debido a su alta sensibilidad auditiva. Los cohetones pueden provocar que se autolesionen, tengan un cuadro epiléptico o taquicardia, que sus signos vitales se desnivelen, entre otras consecuencias.
La empresa Rímac Seguros impulsa la campaña #CEROCohetones, para crear conciencia a la población y disminuir el uso de fuegos artificiales. La iniciativa llegó a más de 9 millones de personas en 13 países y busca continuar llevando un mensaje de conciencia y también de prevención sobre el uso de la pirotecnia; sobre todo en este contexto de pandemia, donde evitar los accidentes y ser empáticos con los demás cobra mayor importancia.
Los niños con autismo tienen una percepción del mundo diferente. Un ruido estruendoso puede ser percibido por el niño como una catástrofe.
Datos
* El doctor César Velásquez, señala que las personas con sensibilidad auditiva pueden sufrir un trauma acústico por estruendo, tan grave como la perforación del tímpano que se asocia a sangrado, dolor o hipoacusia. “Los cohetes sobrepasan los decibeles que el oído puede soportar”.