El pasado miércoles en el distrito de Vice se desarrolló una “Mesa técnica para la implementación de la Planta de Fertilizantes de los Fosfatos de Bayóvar”.
Los alcaldes de los distritos de Vice, Rinconada Llicuar, Cristo Nos Valga, Morropón y los congresistas Wilmar Elera y Miguel Ciccia, participaban en una misma línea: ‘el Gobierno tiene que hacer realidad este proyecto. Es un clamor y una necesidad’. Casi en paralelo, en Sechura estaba el congresista de Perú Libre, Guilllermo Bermejo, y un día antes había estado Guido Bellido, también parlamentario oficialista y exprimer ministro.
A ellos, la población, les pidió que trabajen e incentiven para hacer realidad este proyecto y por supuesto, su compromiso fue que así será, incluso Bellido dijo estar ya trabajando un proyecto de ley para que el Estado recupere y tenga a la industria que consideran estratégicas.
“La producción de fertilizantes es estratégico para nuestro país y el Gobierno tarde o temprano debe tener una industrial estatal de estos productos”, declaró.
En Vice, al comenzar el evento el alcalde Benjamín Gonzáles apuntó algo para tener muy en cuenta: “Queremos adelante una planta de fosfatos, fertilizantes fosfatados, porque una planta de fertilizantes que produzca Uurea, nitrato, y todo el NPK básico que necesitan las plantas, va a demorar mucho, va a tener problemas con los insumos y la materia prima que se necesita, además, costará millones de millones.
Eso retrasaría todo”; es decir, el alcalde ya está separando los proyectos y advierte que una verdadera planta de fertilizantes es mucho más ambicioso y poco probable que se haga realidad en un plazo cercano. Además, criticó fuertemente que el Gobierno no tenga ningún avance concreto al respecto de este anuncio, desde que se proclamó en el Cusco.
Como se sabe, los agricultores, dirigentes y voces políticas que se han pronunciado sobre el tema, coinciden en que sería muy provechoso, lleno de bondades y de amplio beneficio para regular los precios de los fertilizantes y nutrir mejor nuestros suelos, productores por excelencia.
El sello
Sin embargo; algo de lo que pocos hablan, o no quieren hablar, es de los costos, impactos, y proyecciones que deben considerarse en el negocio de los fertilizantes y la construcción a escala industrial de una planta química como la que estamos hablando.
El doctor en ingeniería José Luis Vega Farfán, investigador de la Universidad Nacional de Piura, nos explica que los nutrientes básicos que necesita toda planta son los famosos NPK (Nitrógeno; Fósforo, Potasio).
“Para tener estos tres nutrientes se elaboran químicamente fertilizantes compuestos que son producidos usando materiales básicos, tales como amoniaco (NH3), fosfato de amonio, urea, azufre (S) y sales potásicas.”.
Refiere Vega que el consumo promedio de fertilizantes en el Perú es de 1.2 millones de toneladas métricas, de los cuales 51 % son nitrogenados, principalmente UREA; le sigue los compuestos (NPK) con un 32 %; tercer lugar los fertilizantes potásicos con un 15 % y en último lugar los fosfatados con apenas un 0.2 %. Actualmente, en cuestión de fertilizantes todo lo importamos del extranjero.
Precisa Vega Farfán, quien además ha trabajado y conoce de cerca el Proyecto Bayóvar, que no es posible ni beneficioso que los fosfatos de Bayóvar se puedan aplicar directamente a los suelos de la costa porque además son alcalinos, ricos en calcio y magnesio. Y apunta que por sí solos, los fosfatos de Bayóvar no podrían hacerse fertilizantes compuestos.
“Para fertilizantes compuestos es importante que tenga los tres nutrientes básicos (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), y la mina y concesiones de Miski Mayo son únicamente de fosfatos. No tienen en sus yacimientos salmueras de potasio ni fuentes de nitrógeno (gas natural) que se necesitarían de forma simultánea. Sería necesario que estén operando plantas como Americas Potash que aseguraba Salmueras de Potasio, y proyectos como Savia y/o Olimpyc para el gas natural, pero no los tenemos”, subraya.
Fosfatos
¿Y planta de fosfatos o fertilizantes fosfatados? Vega Farfán explica el proceso de transformación de la roca fosfórica que se extrae en Bayóvar para convertirlo en fertilizantes que las plantas puedan absorber.
“El primer paso sería convertir la roca fosfórica en Ácido Fosfórico, y para ello se necesita atacar la roca fosfórica con Ácido Sulfúrico. Se requiere 5 toneladas de ácido sulfúrico para atacar a unq tonelada de roca fosfórica. Es decir; se requiere grandes volúmenes de ácido sulfúrico, y estas no están disponibles en nuestro país. Proyecto con fuentes de ácido sulfúrico son Cajamarquilla; Doe Run; y Southern Perú, pero ellas ya tienen vendido y comprometida toda su producción que, además es limitada”.
Otras fuentes podrían ser Tambogrande pero es un proyecto con notoria oposición y la Refinería de Talara apenas producirá 560 toneladas por día de ácido sulfúrico.
Relaves
Otro impacto para considerar, señala el especialista, son los medioambientales que deben conocerse.
“Si la roca fosfórica se transforma en ácido fosfórico, se produce también toneladas de sulfato de yeso, pero no comerciable sino como relave con metales pesados que impactaría al medio ambiente. Existe riesgo de mala manipulación del ácido, de los lodos de sulfato de calcio. Es un ácido muy corrosivo, por lo que genera daños a la infraestructura y se generaría gases contaminantes propias de una industria química”, advierte.
Costo
Sobre los costos que este proyecto supondría, el exgobernador regional Reynaldo Hilbck, quien también se muestra entusiasta con una Planta de Fertilizantes en Piura en su condición de agroexportador, pide evaluar correctamente el escenario.
“Los fertilizantes son un comodite, su precio se fija internacionalmente. Debe evaluarse el mercado y sus costos en un horizonte de años para que no sea un proyecto que fracase en el proceso. Y por supuesto, debe hablarse claramente de los impactos totales que se tendría”, anota.
En información del doctor Vega Farfán, hace más de una década, una evaluación y estudio arrojó que solo una planta de ácido fosfórico, o fertilizantes fosfatados, ascendía los mil millones de dólares.
Fertilizantes orgánicos
En medio de esta situación, nacen alternativas totalmente viables y a corto plazo: la agricultura de fertilizantes orgánicos. Algo que el mundo viene trabajando hace unos cincuenta años y lo demanda cada vez más. ¿Tenemos opciones para virar y convertirnos en un país, o en una región, en donde predominen los fertilizantes orgánicos? ¿Qué necesitaríamos? Este tema lo desarrollaremos ampliamente en la siguiente entrega de “Semana”.
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