No es un secreto que el cambio climático está causando estragos en todo el mundo. Solo este verano, el aumento de la temperatura en el mar se ha hecho sentir con mucha fuerza en las regiones del norte del Perú. ¿Qué estamos haciendo para cambiarlo?
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En la provincia de Talara, un grupo de hombres y mujeres han dado estos primeros pasos emprendiendo proyectos ecoamigables que han impactado de manera positiva en su entorno.
Queremos presentarte a los protagonistas de este cambio y contarte una historia de altura, de mar y de ceviche.
Lobitos Ocean Adventure
Lobitos Ocean Adventure es el nombre del emprendimiento de Tulio Chapilliquen y su familia, un proyecto que no se ha visto antes en Lobitos.
Este noble pescador artesanal adaptó su bote para aceptar alumnos hambrientos de nuevas experiencias. Las tizas son sus aparejos de pesca y la pizarra es el inmenso mar.
Con dos millas mar a dentro, Tulio enseña a los turistas el arte de la pesca y de paso ellos aprenden a preparar el ceviche más fresco del mundo: recién salido del mar con sus propias manos.
Turistas de todas partes del mundo buscan a Tulio para vivir esta experiencia única, nada es más satisfactorio que pescar tu propio sustento. De esta manera nuestro amigo pescador presenta una nueva alternativa para disfrutar el otro lado de Lobitos.
Tulio es un pescador artesanal que respeta la talla del pez y lo regresa al mar para que crezca como debe ser.
“Uno puede pescar y seleccionar el pescado, somos pescadores artesanales porque si vemos que un pez es pequeño lo regresamos al mar para que siga su ciclo de reproducción, esa es una pesca responsable”, afirma.
La trazabilidad en el norte del Perú
Ubaldo Tume, es pescador desde que tiene memoria. Recuerda esos tiempos en que salía junto con su padre a iniciar la faena, los peces abundaban y era más fácil llevar un pan a la mesa.
Ahora, la realidad es otra, los peces ya no están y él tuvo que estudiar una carrera técnica para que ese pan llegue a su familia. Pero Ubaldo es pescador de corazón y encontró la manera de seguir con su amada profesión y generar un cambio en su entorno.
Ubaldo es miembro de los Pioneros del Pacífico, un gremio de pescadores que usa la trazabilidad en embarcaciones ecológicamente amigables con el medio ambiente para comercializar su pesca del día y que esta llegue a su destino final en las mejores condiciones.
Pero, ¿qué es la trazabilidad? Por medio de aparatos tecnológicos se conoce el recorrido del pescador y de la captura de su día, esta información se envía a una aplicación y por medio de un QR el cliente puede saber de qué zona fue pescado el mero, peje, ojo de uva o cabrilla que termina en su plato.
Ubaldo encontró en la tecnología una forma de generar empleo para más pescadores.
“Queremos abrir las puertas para darle un ejemplo a la juventud, soy un fiel testigo de lo que hace el cambio climático, con esta oportunidad podemos aprovechar un mejor precio para nuestro trabajo”.
El Ñuro y Yura Gastronomía
Ángeles Marcelo le da vida a Yura Gastronomía, una propuesta que se conecta con la trazabilidad, el turismo vivencial y la cocina.
Ángeles nació con un gran talento para cocinar y adaptó su cocina para que los turistas aprendan a preparar platillos típicos de la caleta El Ñuro.
En Yura puedes aprender a preparar un ceviche de tu propia pesca, un atamalado de cabrillón o un enrollado de pescado al maracuyá. El menú que ofrece Yura es diverso.
Si llegas a ellas sin una pesca propia, ten la certeza de que el pescado del día está fresco, pues fue comprado por medio de la aplicación que usan los pescadores de Cabo Blanco para vender su pescado a precio justo.
Ángeles nunca olvidará la primera vez que compartió sus secretos de cocina con los turistas, se sintió satisfecha enseñando ese ritual de preparar los alimentos para nutrir nuestro cuerpo y espíritu.
“Somos esposas e hijas de pescadores, con este trabajo nos sentimos capaces de poder ayudar a la canasta familiar y darles un futuro mejor a nuestros hijos. Le damos trabajo a pescadores, transportistas y más mujeres”, cuenta la emprendedora.
Ella es fiel creyente que el sabor de un pescado fresco es único e incomparable.
Los hijos de viento de Cabo Blanco
Cabo Blanco es legendario, fue reconocida como el mejor lugar para la pesca deportiva durante los años 50 y 60. Pero la leyenda no acaba allí, en esta caleta puedes encontrar a los veleros, embarcaciones artesanales con una particularidad: sus velas son impulsadas por el viento.
En esta caleta, 12 pescadores artesanales apostaron por el turismo vivencial como una fuente de desarrollo y formaron a “Los hijos del viento”.
Con la finalidad de rescatar una herencia milenaria, estos hijos del viento usan sus veleros artesanales para ofrecer un tour turístico, digno de la historia que enmarca el nombre de Cabo Blanco.
El tour empieza con el armado de una balsa, la misma que han usado los pescadores del norte del Perú desde el inicio de los tiempos. Luego se embarcan en un velero adaptado para recorrer el inmenso mar de Grau, en donde un guía local cuenta los secretos de Cabo Blanco, mientras son impulsados por la fuerza del viento.
Los hijos del viento son orgullosos ganadores de la regata del siglo, una competencia que se realiza por el día del pescador y una fecha para recordar que velero artesanal de Cabo Blanco es Patrimonio Cultural de la Nación desde el 2018.
Estos hombres del mar encontrado la forma de hacer un turismo sostenible, se han formalizado y poco a poco van cumpliendo el sueño de salir adelante.
Estas historias vieron la luz gracias al proyecto de Adaptación Marino Costero, que fue implementado por Profonanpe desde mayo del 2018 y contó con el financiamiento del Fondo de Adaptación con un monto de US$6,950,239, siendo las entidades ejecutoras Produce e Imarpe.
Desde entonces se ha impactado positivamente en la vida de más de 300 personas dedicadas a la pesca artesanal en la región Piura, generando puestos de empleo bajo la premisa de una pesca sostenible y turismo vivencial.
Ellos ya empezaron a hacerle frente al cambio climático, nos toca hacer nuestra parte.