Por: Nelson Peña Herrera Castillo
La primera vez que llegué a la ciudad de Huancabamba (1973 metros de altitud) fue la madrugada del 4 de noviembre de 1995.
Cuando amaneció, bajé a desayunar a la orilla del río tomando la calle Piura, que, en lugar de descender recto, se convierte en un empinado meandro. Al lado de esa vía, una profunda torrentera que en sucesivas visitas llegué a comprender que, si se le sigue cuesta arriba, nos conecta con la calle Huáscar, la paralela al norte de la Piura.
En su primera cuadra, los adoquines que pavimentan la pendiente están desordenadamente separados y en la parte más baja había un chichón en el terreno.
“Es la falla”, me explicó mi amigo Ciro La Madrid (ahora 46), y es la razón por la que esa capital andina recibe el vocativo de la ciudad que camina. Nada que ver con la etimología local, posiblemente aymara, que significa “llanura de piedras grandes”.
Según los geólogos, los tercios centro y norte de la ciudad, en la margen izquierda del río Huancabamba, están edificados sobre una falla que no ha dejado de abrirse. Un estudio del Instituto Nacional Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemet), publicado en 2009, indica que esa banda del río es muy empinada, que la expone a constantes deslizamientos cada vez que llueve en las cumbres de la cordillera, especialmente si el terreno está deforestado.
Agreguemos las fallas tectónicas que crean las grandes grietas o cárcavas, como la que estaba a mi lado en el camino que recorrí aquella mañana de 1995. Lo curioso es que ese dato no se sabe desde 2009, o desde 2000 cuando mi amigo me señaló el problema, o quizá desde mediados del siglo XX cuando el padre Justino Ramírez lo publicó en su monografía sobre la provincia de Huancabamba.
150 años atrás
“La capital se halla edificada sobre una meseta de terreno algo inclinada en la banda izquierda del río, es una regular población, pero mal situada, pues el piso se está hundiendo en varios puntos y muchas casas amenazan caerse”.
La descripción fue publicada en 1874 por el científico italiano Antonio Raimmondi en el primer tomo del libro el Perú. Corresponde a la exploración que izo del departamento de Piura una vez que pasó por el de Cajamarca. Entonces, la provincia de Huancabamba solo tenía la mitad de los distritos que hoy posee: Huancabamba, Sóndor, sondorillo y Huarmaca.
Escribió Raimondi: “Construida la población de Huancabamba, sobre un depósito o banco de tierra suelta, y con muchos terrenos cultivados, situados en una meseta un poco más elevada, el agua sirve para el riego de las chacras, infiltrándose a través del terreno, ha minado por debajo la población, cuyo piso se está hundiendo en muchos puntos, formándose además profundas zanjas, de manera que las casas construidas en estas partes, pierden su nivel, se rajan las paredes, y aunque se refaccionen, al poco tiempo se vuelven a rajar y tienden a derrumbarse”.
Plan
La población de Huancabamba temió que la ciudad se arruinara del todo y previó mudarla a una llanura ubicada en la otra margen, en los terrenos de la actual comunidad de Quispampa, que en época de Raimondi se llamaba igual. ¿Describe el sabio italiano lo que hoy llamamos el Aterrizaje
En la actualidad, lo que hay del otro lado es el barrio ramón Castilla que comienza en el cerro Güitiligún y se extiende hacia el sur por un terreno más plano, pero también más propenso a desbordes si el río Huancabamba crece más de lo debido. En la actualidad, no hay planes para reubicar a la capital andina por una simple razón: ya no hay espacio pues el resto son cerros.
En cuanto a la falla de la calle Huáscar, si ya se abría en los tiempos de Raimondi, seguía moviéndose, igual que en los del padre Ramírez, continuaba cuando conocí la ciudad, o cuando Ingemet publicó su estudio. Entonces el fenómeno continuará. ¿Es cierto que esa parte de la urbe terminará deslizándose hacia el río? Solo el tiempo y la geología lo dirán.
Parteaguas notable
Muchos se sorprenden al saber que la divisoria continental de aguas pasa por el filo del techo de la iglesia de Huarmaca. Antonio Raimondi ya lo había anotado: “… lo que hay de notable, es que hallándose la iglesia en la parte más elevada del pueblo, el filo de su techo divide las aguas que van a los dos mares. Así cuando cae un aguacero en Huarmaca, el agua que baja por un lado de la iglesia va al Pacífico y el que baja por el otro se dirige al Atlántico”.
Detalle adicional: Raimondi estaba investigando dónde nacía el río Piura… justo donde la geografía lo ubica en la actualidad: el cerro Sogorónn (3600 metros de altitud).
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