Illescas es historia, es aventura, es naturaleza, es esoterismo, es desierto, montaña, playa, sol y mucho más. El alcalde de Sechura, Justo Eche, conoce bien este lugar y señala que aquí existió una civilización.
No se sabe cuándo exactamente, pero los vestigios así lo demuestran. Hay restos de cerámica y los ‘paraventos’ o paravientos.
Según explica Mercedes Cárdenas Martin, en el libro Arqueología del Macizo de Illescas, la mayor actividad humana en esta zona estuvo a lo largo del perfil costero, por la riqueza de la fauna marina y la existencia de puquios en algunas quebradas, los mismo que están cerca de los puntos arqueológicos.
Lo cierto es que se pueden encontrar varios restos de pequeñas edificaciones de piedra en forma circular que habrían servido, hace siete mil años, para dar refugio a grupos humanos que estaban en la zona. Estas construcciones muy elementales habrían servido para dar cobijo a pobladores que habitaron esta parte del desierto o transitaron por aquí buscando recursos en el mar.
Desde el punto de vista arqueológico se han encontrado lugares destinados a enterramientos dentro de pequeñas estructuras hechas de piedra.
Hay cuevas donde se han enontrado distintos restos cerámicos y utensilios que hechos a base de huesos, así como especies de redes de pescar primitivas que denotarían el oficio pesquero de los hombres del área.
Aventura
En la reserva existe un hotel con todas las comodidades. Está bastante lejos de la población, pero recibe visitas de investigadores, turistas y amantes de los deportes náuticos. Esta construcción es anterior a la declaratoria de área natural protegida de esta zona. En la zona cercana se puede acampar. Uno de los deportes que se práctica es el kitesurf.
¿Cómo llegar?
- Desde Sechura se va hasta Bayóvar. Desde ahí se ingresa a la izquierda por una trocha carrozable. Hay letreros que indican la ruta. Sin embargo, siempre es necesario dar aviso a los guardaparques o personal del Sernanp para que pueda orientarlo.
- Conforme se adentra en la zona se pierde la señal telefónica.
- Los vehículos ideales son los de doble tracción.
Aves
Las costas de la reserva de Illescas están llenas de fauna. Aquí ha hecho su hogar el pingüino de Humbolt, cuya colonia crece cada día. En enero, de este año, se observó el anidamiento de estas aves, ahora se puede ver que crecen felices sobre las rocas y en medio de los acantilados.
En esta zona es el único lugar de la costa peruana en donde se reproduce el cóndor andino. Hay registros de estas aves alimentándose en las playas. El cóndor está en peligro de extinción, pero se ha podido determinar la existencia de una colonia importante.
Además de pingüinos hay otras aves marinas como gaviotas y pelícanos y chuitas.
Investigadores de Corbidi sostienen que también hay una importante población de guanayes, gaviotín peruano y hasta cortarrama.
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