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Meseta Andina: un paraíso por explorar
septiembre 25, 2022
Autor: Redacción El Tiempo

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Por: Teresa Juárez N

Meseta Andina: Partimos hacia este hermoso paraje de nuestra sierra piurana, invitados por Javier Chumacero Merino, un incansable promotor del turismo vivencial, quien empezó a recorrer el ande de nuestra región hace 30 años atrás, cuando era solo un adolescente; primero montado en su bicicleta, luego en motocicleta y ahora en su camioneta.

Junto con otros amigos parten en caravana en sus camionetas y llegan hasta insospechados parajes que promociona a través de Aventura y Turismo Piura, grupo dedicado a organizar viajes de aventura y turismo vivencial por la región Piura.

A bordo de su camioneta 4×4, junto a su esposa, Marilú Siccha y la embajadora gastronómica, Blanca Ugarte, emprendimos esta aventura a la Meseta Andina.

Previo desayuno en el kilómetro 50, con un delicioso café pasado y sus chifles con carne seca, continuamos hasta llegar al distrito de Frías donde almorzamos, al promediar las 2 de la tarde.

Ya en el camino de ascenso a la Meseta bastante empinado y difícil, el paisaje que se mostraba a nuestra vista, era hermoso que nos hacía presagiar que estábamos cerca de un paraje realmente único.

Por momentos nos deteníamos para apreciar con más tranquilidad las vistas panorámicas, a través de los miradores naturales que hay en el camino. Así, después de dos horas arribamos a la Meseta Andina, una planicie de un verdor impresionante, donde lo que también llamó nuestra atención fue ver a las alpacas, que nos trasladó al altiplano peruano, pero no, era la Meseta Andina, en la sierra piurana.

Sólo en esta zona se conserva la cría de alpacas que, según nos cuenta Crisálida Castillo Cango, muy conocedora de estos parajes, fueron traídas luego de una plaga que hace años arrasó con las ovejas en esta parte de la sierra. Al parecer se aclimataron y ahora las vemos formando parte del maravilloso paisaje de la Meseta Andina conformada por más de 20 centros poblados en una extensión de 230 kilómetros cuadrados, entre ellos el primer pueblito que nos recibe, Poclús.

Turismo de aventura

El viaje de aproximadamente cinco horas se disipa cuando uno aprecia el espectacular paisaje y la amabilidad de su gente. Y, es que la Meseta Andina no solo ha sido bendecida por su hermoso paisaje, sino también por su gente y sus encantos naturales. Aquí se puede hacer trekking para recorrer su bosque de pinos, su bosque de figuras pétreas.

Es posible toparse con las mujeres llevando a pastar sus ovejas y a la vez hilando su copo de lana de oveja o alpaca, como nos pasó en Pechuquis. Allí, a pocos minutos de llegar a nuestro destino final, Rangrayo, nos encontramos con María Alcira quien iba hilando camino a su casa.

Para coronar la aventura se puede acampar en los bosques de Rangrayo, como lo hicimos nosotros. Eso sí, tienen que llevar carpa de preferencia de montaña, pues en la noche el frío es intenso. En el anexo bosque de Rangrayo, se puede apreciar una única vivienda, donde vive Victoria Gómez López, una joven madre de familia, quien ha heredado la tradición de tejer el telar de cintura o cungalpo.

Ella pertenece a esa generación de mujeres que aún preservan tejer prendas en telar de cintura, aunque todavía no de manera comercial,sino como prendas para su uso personal, pero que si se les capacita, pueden desarrollar mucho más este arte textil ancestral y así generarse recursos para mejorar sus condiciones de vida.

Luego de acampar en los bosques de Rangrayo, descansando bajo las estrellas, tras una fogata y una larga conversa, al día siguiente disfrutamos de un delicioso desayuno con tortillas de trigo, preparado por nuestra anfitriona, Victoria Gómez López y su familia.

Así continuamos nuestro recorrido, y en el camino de regreso, en Las Pircas, nos encontramos con un grupo de doce hombres liderados por Melanio Pintado López, trabajando en la construcción de la vivienda de Joel Córdova García, quien acababa de casarse.

Ellos estaban en una minga, una tradición inca de trabajo colectivo agrícola donde se unían para ayudarse. Ellos no recibían un pago en dinero, sino en comida. “De aquí vamos a la casa del dueño y nos dan la comida arroz, papa, yuca”, nos cuenta Melanio, quien agrega que construir la casa de su joven amigo les demandará 5 días.

Más adelante también nos encontramos con una mujer mayor de más de 60 años que iba pastoreando sus ovejas e hilando su copo de lana. “Desde los cinco a seis años ya nos enseñan a hilar”, nos dice.

“Piura no es solo playas, y la Meseta Andina es una muestra de ello, de las múltiples alternativas de destinos turísticos que tiene nuestra región donde se puede desarrollar turismo cultural, vivencial, de aventura”, nos dice muy convencido Javier Chumacero, para quien estos paisajes son bastante conocidos, pero que cada vez que regresa es como si lo hiciera por primera vez, porque no termina de maravillarse de la belleza de nuestra serranía.

Así que no necesitan ir a Puno, Huaraz u otro lugar de la sierra peruana para disfrutar de un impresionante paisaje, de su gente, sus comidas típicas y sus costumbres. Anímense a visitar la Meseta Andina, en las alturas del distrito de Frías, Ayabaca. Nuestra próxima aventura será en Los Páramos Andinos.


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Redacción El Tiempo
Redacción El Tiempo. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario El Tiempo. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Piura, el Perú y el mundo.
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