Sin duda que muchas ciudades del país no son amigables ni inclusivas, Piura tampoco lo es.
Postes en las veredas, desniveles peligrosos, huecos en las pistas y rampas inadecuadas para los discapacitados. En cada remodelación se dice que se construirán verdeas para todos los peatones, pero no es así. Y esta vez, al menos de acuerdo a la opinión de dos exdecanos del Colegio de Arquitectos, no se están cumpliendo con las normas y la prioridad en esta nueva remodelación la siguen teniendo los vehículos
Según el arquitecto Leopoldo Villacorta, exdecano del Colegio de Arquitectos y docente de la Universidad Nacional de Piura, las veredas y las rampas construidas no ayudan a los discapacitados. Explica que hay normas internacionales que se deben cumplir y para el caso de Piura no lo están haciendo.
Señala que la rampa de una vereda debe de tener una pendiente que le permita al discapacitado desplazarse sin riesgo. Es decir, se va bajando gradualmente. Las actuales no llevan hacia la cebra peatonal.
Están a varios metros de la esquina y obligan a las personas a bajar a la pista y caminar por ella, sortear los vehículos para poder acceder al crucero peatonal. Es decir, que no cumplen con la función.
De la misma opinión es el exdecano del Colegio de Arquitectos, Pablo Zegarra, quien considera que la remodelación de las veredas se ha hecho sin ningún criterio. “Ha habido tiempo para retirar los postes que están en medio de las veredas. Ahora Se ha cambiado el cemento, pero la función de la vereda no ha mejorado”, explica.
El tema de las rampas fue discutido en la gestión de la exalcaldesa Ruby Rodríguez, cuando también se remodelaron las veredas. Los arquitectos señalaron que técnicamente estaban mal construidas. Las rampas de las esquinas parecen toboganes y más de un piurano ha sufrido caídas por estas rampas que, según los arquitectos, no eran adecuadas. Sin embargo, no serectificó, la obra quedó como estaba y los piuranos le hemo soportado por más de una década.
Cuando se pensó que el problema se solucionaría con la remodelación emprendida por el actual alcalde, Juan José Días, se incurrió en el mismo error.
El arquitecto Zegarra señala que lo primero que se debió hacer es haber gestionado con la empresa de energía eléctrica la reubicación de los postes porque un discapacitado con una silla de ruedas no puede desplazarse libremente si encuentra estos obstáculos.
Agrega que, si se ha prohibido el estacionamiento de vehículos en las calles del centro se debería ampliar las veredas para que el tránsito peatonal sea más fluido.
En efecto, la mayoría de las calles del centro de la ciudad son consideradas como zonas
De la misma idea es el arquitecto Villacorta, quien agrega que hay una propuesta de la Comisión Andina de Fomento (CAF) de convertir en peatonal la calle Huancavelica, desde la avenida Loreto hasta la plaza de Armas, e incluso extenderla hasta el puente San Miguel. “Las veredas tienen que tener un metro ochenta centímetros para que tres personas puedan transitar con comodidad”, explica.
El alcalde
El alcalde provincial, Juan José Díaz Dios, explica que su prioridad son los discapacitados y por ello, pide a los arquitectos y urbanistas hacerle llegar sus observaciones sobre estas obras para subsanarlas, puesto que la obra aún no está terminada.
Explica que, “estamos a tiempo para rectificar”, si es necesario. “Me interesa mucho que los discapacitados tengan una ciudad por la que puedan movilizarse con tranquilidad”, expresa.
Al cierre de esta edición, y luego de que le enviamos fotografías de las rampas el alcalde nos envió un mensaje via WhatsApp señalando que “hoy hablé fuerte con el consorcio y mi equipo técnico para corregir de inmediato”.
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