TikTok Lite, una versión de la popular aplicación que paga a los usuarios por ver vídeos, se encuentra bajo el escrutinio de la Unión Europea debido a preocupaciones sobre su impacto en la adicción y la falta de transparencia. La función de recompensas monetarias ha sido particularmente controversial, llevando a las autoridades a considerar restricciones o incluso la suspensión de la app en los mercados europeos.
La respuesta de TikTok ha sido firme, prometiendo desafiar legalmente cualquier acción restrictiva que se considere injusta o que infrinja sus derechos comerciales. La compañía defiende que sus prácticas son legales y que las innovaciones en su modelo de negocio son vitales para mantener su competitividad en el ámbito digital.
A nivel global, TikTok enfrenta desafíos similares en otros mercados, incluyendo los Estados Unidos, donde también ha prometido luchar contra posibles prohibiciones. Este enfoque agresivo en la defensa de su modelo de negocio subraya la tensión entre la innovación en tecnología de redes sociales y la regulación gubernamental.
El resultado de estas disputas legales podría tener implicaciones significativas para la industria de la tecnología y la regulación digital, marcando un precedente sobre cómo las nuevas plataformas digitales equilibran la innovación con la responsabilidad social y regulatoria.