En los dos últimos inviernos de 2018 y 2019, las placas de hielo marino han sido la mitad de grandes que en décadas anteriores. Cada día se derrite más.
El Ártico vivió en 2019 el segundo año más caluroso desde 1900 y marcó la segunda menor superficie de hielo marino desde que se tienen registros, según el boletín anual de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) publicado el martes.
En la Tierra, el calentamiento global no ocurre uniformemente. Desde la década de 1990, en el Polo Norte aumenta el doble de rápido, un fenómeno que los expertos llaman amplificación ártica.
La temperatura media durante la temporada octubre 2018-septiembre 2019 superó 1,9°C a la media del período 1981-2010, decenios en los que el calentamiento realmente comenzó en el Ártico. Los seis años anteriores habían batido todos las marcas precedentes.
Aire, hielo y agua interactúan en un círculo vicioso de calentamiento. El aire se calienta, lo que provoca que se funda el hielo y quede más océano al descubierto, que a su vez absorbe más que el hielo los rayos del sol y por tanto se eleva la temperatura del agua, que a su vez hace que más hielo se derrita.
Así, el hielo marino ártico se derrite por arriba y por abajo, y cada vez más: las observaciones satelitales, que se realizan desde 1979, permiten rastrear su disminución superficial a lo largo de las décadas.
Dato
* El hielo del océano no es el único que se está derritiendo: también el de Groenlandia, el cual, cada año, contribuye a aumentar 0,7 milímetros el nivel de los mares.