Unos 61.000 koalas fueron víctimas de los incendios forestales ocurridos en Australia durante el llamado “Verano Negro”, según un informe publicado sobre el impacto de esta catástrofe en la fauna del país oceánico, caracterizada por sus especies únicas en el planeta.
Estos incendios, que comenzaron en septiembre de 2019 -antes del inicio del verano austral- y se prolongaron hasta finales de febrero de este año, calcinaron un área similar a la de Uruguay y afectaron a más de 3.000 millones de animales.
Los fuegos provocaron muertes, lesiones, traumas, inhalación de humo, estrés por calor, deshidratación, pérdida de hábitat, escasez de alimentos, aumento del riesgo de depredación y conflicto con otros animales después de huir a un bosque no quemado, según el estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF-Australia).
Además, los incendios afectaron a casi 8.000 en Nueva Gales del Sur, desde donde se hicieron virales en las redes sociales las imágenes de residentes intentando salvar a estos marsupiales de los árboles.