En la ciudad de New York, en Estados Unidos, una empleada decidió donar un riñón a su jefa pero fue despedida tras faltar al trabajo para recuperarse de la cirugía.
La historia de Debbie Stevens, quien decidió donar un riñón a su jefa Jackie Brucka, de 61 años, se volvió viral en redes sociales.
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A pesar de la nobleza del gesto de Stevens, al ofrecerse como donante para salvar la vida de su empleadora, su acto generoso se vio empañado por el despiadado despido que sufrió después de faltar al trabajo para recuperarse de la cirugía.
Según el testimonio de Stevens para medios internacionales, su jefa necesitaba desesperadamente el trasplante de riñón para sobrevivir, y ella no dudó en ofrecer el suyo.
No era compatible
Por desgracia, el riñón de la solidaria mujer no era compatible con el organismo de su jefa, por lo que fue entregado a otro donante y su jefa recibió el órgano de otra persona.
Pese a los resultados, Debbie afirma que «siempre tuvo la intención de hacer algo bueno por su jefa a quien, además, consideraba su amiga». Sin embargo lo que sucedería durante su tiempo post operatorio la dejaría sin palabras.
Sin embargo, cuando Stevens se ausentó del trabajo para recuperarse, su jefa reaccionó negativamente y la despidió, justificando su decisión con la frase:«Si no lo hago, pensarán que te doy un trato especial».
Este acto desencadenó una ola de indignación en las redes sociales, donde muchos calificaron la acción de la jefa como cruel y desconsiderada hacia su empleada, quien solo pudo expresar su dolor y sentirse traicionada por la situación.
